miércoles, noviembre 07, 2007

¿PORQUÉ ESTRESAMOS A LOS NIÑOS?

Miércoles 07 de noviembre de 2007
Diario El Comercio

¿Por qué estresamos a los niños?
León Trahtemberg

Cada vez resulta más frecuente para educadores y pediatras encontrar niños y niñas desganados, cansados, desmotivados, poco imaginativos, obesos y hasta con trastornos de alimentación. Según la Conferencia Mundial de Salud Mental e Infantil, un 13% de los menores estadounidenses son obesos y susceptibles de diabetes, más de dos millones toman Ritalin (droga para el desorden por déficit de atención), y más del 20% sufre algún problema de salud.

El psicólogo David Elkind de la Universidad de Tufts, quien publicó sus investigaciones de 20 años sobre el desarrollo temprano en el libro "El poder del juego", señala que la televisión junto con las múltiples actividades dirigidas por adultos les han quitado a los menores 12 horas semanales de tiempo libre, de las cuales al menos 8 se dedicaban antes a juegos y actividades no estructuradas al aire libre. En cambio se duplicó el tiempo dedicado a deportes organizados y se quintuplicó el tiempo dedicado a actividades pasivas como mirar televisión o jugar con juegos tecnológicos. Todo esto como consecuencia de una mal entendida estimulación temprana que promete un mejor desempeño escolar futuro. Algunos centros educativos ceden a la presión creciente de los padres para incorporar cada vez más horas académicas para actividades como computación, talleres de arte, música, deportes, etc. Sin contar las horas de entrenamiento que deben pasar niños de 4 y 5 años para los exámenes de ingreso a colegios selectivos.

Esta tendencia a llenar la agenda de los niños con actividades dirigidas terminan contaminando el mundo infantil con el estrés adulto. "Hay un temor al vacío, a la agenda vacía" (Alberto Berro en "La Nación" 16/1/2007). Los chicos viven los deportes y actividades organizadas por los adultos como si fueran nuevas obligaciones que tienen un horario y lugar preestablecido para su realización. No se entiende la importancia que tiene para los niños tener un poco de tiempo muerto, en el que no tengan previsto hacer nada, para así usar el tiempo vacío para estimular su mente, crear juegos y desarrollar su imaginación.

Elkind recomienda dejar jugar a los niños sin tanto horario y estructura adulta. Evitar el exceso de televisión y de juguetes en casa, especialmente los electrónicos, de modo que puedan estimular su imaginación. Evitar también la carga excesiva de actividades estructuradas y enseñarles a los chicos a aprovechar el tiempo libre usando materiales sencillos del hogar con los que pueden explorar (utensilios, ropa usada para disfraces, etc.).

Para Elkind el juego es vital para la felicidad, la salud y el bienestar físico, emocional y espiritual. Son muy estimulantes las actividades al aire libre como subir y bajar escaleras (lo que estimula desarrollo motriz), jugar a las escondidas organizando a su antojo el tiempo y espacio de búsqueda (lo que incentiva la imaginación), jugar con bloques para entender que los cambios en las formas no alteran la cantidad (lo que cultiva el concepto de unidad), etc.

Sin duda hay quienes interpretan que preparar al niño para el futuro significa llenarlos de actividades estructuradas que matan su fantasía, imaginación y creatividad. Es como atrofiarle tempranamente los músculos a quienes se espera que sean los futuros grandes atletas. Así difícilmente formaremos adultos plenamente inteligentes, críticos, autónomos, creativos y creadores.

Dejemos de torturar a los niños. Es importante darles libertad para divertirse, pensar, excitar su mente y fantasear.