Jalados en competitividad
Santiago Pedraglio
El reciente 'Informe Global de Competitividad 2007-2008', elaborado por el Foro Económico Mundial, que mide 12 indicadores -"pilares" de la competitividad- divididos en tres bloques: requerimientos básicos, factores de eficiencia e innovación, pone al Perú en el puesto 86 de los 131 países analizados. Según este reciente informe, el Perú descendió en un año del puesto 78 al 86.
En relación con los cuatro pilares calificados como requerimientos básicos, el Perú se ubica entre los últimos: en el primero, instituciones públicas, ocupa el puesto 106; en infraestructura, el 101; en estabilidad macroeconómica, el 78, y en salud y educación primaria, el lugar 95. A esto se debe añadir que en el indicador referido a la innovación promovida por el Estado, ubicado en el tercer bloque de los pilares de la competitividad, su lugar también está entre los últimos (100).
En estos tiempos en los que al presidente de la República le interesa plantear una sana y abierta competencia con Chile, vale la pena tomar en cuenta que el vecino del sur ocupa el puesto 26, el primero de América Latina. En relación con los requerimientos básicos, ocupa puestos largamente más altos que el Perú: instituciones, 29; infraestructura, 31; estabilidad macroeconómica, 12, y salud y educación primaria, 70. En innovación, Chile ocupa el puesto 45.
Los indicadores utilizados por el Foro Económico Mundial, que dota de insumos a los líderes políticos y a los empresarios más poderosos del mundo que se reúnen anualmente en Davos (Suiza), establecen un ranking que goza de la aceptación de la comunidad financiera internacional. No es un listado elaborado por defensores del medio ambiente, a los que sataniza el presidente Alan García, ni por organizaciones no gubernamentales antiglobalizació n. Sin embargo, tienen poco o nada que ver con la propuesta que hace pocos días formulara el presidente de la nación en su artículo "El síndrome del perro del hortelano" (El Comercio, 28-10-2007).
Mientras que el mandatario pone énfasis, dentro de su modelo primario-exportador , en variables como la capacidad de vender e invertir mediante grandes empresas bienes vinculados sobre todo a las exportaciones (madera, minerales y pesca), el comentado índice de competitividad coloca como "requerimientos básicos" a las instituciones, la infraestructura, la salud y la educación primaria. Fortalecer estos "pilares de la competitividad" -según la propia corriente a la que adscribe el presidente García- exige una profunda reforma del Estado que debe partir por tener objetivos claros, y que tiene como responsable central al propio Gobierno y no a los que el primer mandatario considera como peruanos pobres improductivos.